Como ahorrar energía ventilando.

ventilación doble flujo

La ventilación de doble flujo con recuperación de calor es un sistema que permite mejorar la calidad del aire interior y el confort térmico de las viviendas, al mismo tiempo que reduce el consumo energético y las emisiones de CO2. Este sistema consiste en realizar tanto la aportación como la extracción de aire de manera mecánica, mediante dos ventiladores, e incorporar un recuperador de calor que intercambia la energía térmica entre el aire que sale y el que entra, sin que se mezclen directamente. De esta forma, se aprovecha el calor del aire viciado para precalentar el aire fresco en invierno, y se hace lo contrario en verano, enfriando el aire entrante con el aire saliente. Así, se consigue un ahorro de hasta el 90% de la energía que se perdería con una ventilación convencional. Los beneficios de la ventilación de doble flujo con recuperación de calor son múltiples: 

- Se garantiza una renovación continua y controlada del aire, eliminando los contaminantes, los olores, el exceso de humedad y los ácaros que pueden afectar a la salud y al bienestar de las personas. - Se mejora el confort térmico, al mantener una temperatura más uniforme y agradable en los diferentes espacios de la vivienda, evitando las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura.

 - Se reduce el consumo energético y las emisiones de CO2, al disminuir la demanda de calefacción y refrigeración, y al utilizar una fuente de energía renovable como es el aire. - Se amortiza la inversión en poco tiempo, gracias al ahorro que se genera en las facturas de electricidad y gas.

 - Se adapta a cualquier tipo de vivienda, ya sea nueva o existente, individual o colectiva, y se puede integrar con otros sistemas de climatización, como la aerotermia o la bomba de calor. Para instalar un sistema de ventilación de doble flujo con recuperación de calor, se requiere una red de conductos que distribuya el aire por los diferentes locales de la vivienda, así como unas rejillas o bocas de admisión y extracción. El recuperador de calor se suele ubicar en un falso techo, un armario o un espacio técnico, y se conecta a un panel de control que permite regular el caudal y la temperatura del aire, así como programar el funcionamiento del sistema. Existen diferentes tipos de recuperadores de calor, según el principio de intercambio que utilicen: de flujo cruzado, de contraflujo, rotativos o de entalpía. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, y se debe elegir el más adecuado según las características de la vivienda y las necesidades de los usuarios. La ventilación de doble flujo con recuperación de calor es, sin duda, una solución eficiente, sostenible y confortable para mejorar la calidad del aire interior y el ahorro energético en las viviendas. Si quieres saber más sobre este sistema, puedes consultar los siguientes productos  en nuestra web.https://www.system-air.es/shop


Por qué es tan necesario ventilar
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